Minas de Figaredo S.A.

Aunque la empresa Minas de Figaredo no se constituyó hasta bien entrado el año 1932, su origen se remonta a las primitivas concesiones mineras de Coto Paz, enclavadas en la parroquia mierense de Figaredo y explotadas por el patriarca de la familia Figaredo, Inocencio Fernández Martínez (1851-1918) y que éste había recibido, a su vez, de su padre, Vicente Fernández Blanco. Inocencio Fernández, empresario con gran visión de futuro, se hizo cargo de las concesiones hulleras de la familia en 1870 y, pese a la dura competencia en el sector con la Sociedad Hulleras del Turón, ya en 1909 se le consideraba el principal hacendado del concejo de Mieres y a sus minas las más rentables de las dos Cuencas. La fuerte demanda de carbón durante la I Guerra Mundial marca la cumbre de su fortuna y abre un periodo de diversificación que sus sucesores, Vicente e Inocencio, aprovechan para introducirse en los sectores de banca y navegación. En 1932, con domicilio en la localidad del mismo nombre, se constituye el antiguo grupo de minas "Figaredo" como una Sociedad Anónima con un capital nominal de 14 millones de ptas. Era considerada una empresa modélica y muy rentable por tratarse de unos yacimientos con capas horizontales que permitieron muy tempranos procesos de mecanización en el arranque. Los Figaredo mostraron ser excelentes ingenieros de minas y los pozos de la empresa se consideraban los mejor cuidados de las cuencas asturianas. Pese a todo, ni la importancia de sus reservas ni la mecanización de los pozos impidieron que la empresa compartiese los procesos de crisis del sector hullero a principios de los años 70. En 1973 se produce una primera regulación de empleo y se inician las negociaciones para integrar la empresa en la esfera de la minería pública. Los Figaredo abandonan la sociedad y venden al Estado, por un precio simbólico, la explotación reservándose la propiedad del Parque de Carbones de Tenerife, una sociedad auxiliar de las minas que el INI decidió no absorber. Se incorpora Minas de Figaredo S.A. al Instituto Nacional de Industria en 1980 y se gestiona mediante contratos-programa hasta que en 1998 se integra en Hunosa.

La enorme dispersión actual del fondo de Minas de Figaredo es una buena muestra de lo accidentado de su historia archivística, sobre todo a partir de mediados de los años setenta. El fondo permaneció relativamente íntegro hasta la desvinculación de la familia Figaredo de la gestión directa de la empresa. El episodio más llamativo respecto al devenir del fondo se produjo a principios de los años 90, cuando una disputa interna en los ámbitos directivos se saldó con el expolio y la desaparición de una parte importante de la documentación técnica y comercial. Los hábitos de gestión documental de la empresa pública Hunosa contribuyeron a disgregar aún más el fondo hasta llegar al punto máximo de disgregación que encontramos en 2001. La situación del fondo Minas de Figaredo en las fechas en que se censó respondía muy bien a todos estos factores. El grueso del fondo generadao desde los años 70 estaba bajo el control de los responsables del Archivo Histórico de Hunosa, aunque en dos ubicaciones diferentes: el grupo más voluminoso, formado por más de 950 archivadores Az, 334 cajas y otros materiales hasta un total de 140 m.l., estaba depositado en un local del Pozo San Luis (1958-1993), mientras que su continuación cronológica y tipológica (1993-2000) estaba en el propio Pozo Fondón, mezclado con materiales de otras procedencias; la explotación en activo -Pozo San Inocencio- albergaba materiales del personal en activo y parte del pasivo (1935-2002), casi toda la topografía (1919-2002) y algunos materiales registrales del dispensario; la Sección de Patrimonio del Valle del Caudal, en la localidad de Ujo, custodiaba las escrituras de concesiones -algunas desde 1873- fincas y daños mineros; el antiguo Economato de la empresa en Mieres aún conservaba más de 700 cajas de archivo (años 70 y 80), y el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) al menos otro medio centenar de metros lineales, con materiales antecedente de series y tipologías censadas en el Pozo San Luis en sus periodos más antiguos (1932-1970) junto con materiales del Grupo Figaredo anteriores a su constitución como sociedad anónima.

Transferencia

El fondo Minas de Figaredo es, pese a su dispersión actual y a las importantes pérdidas documentales que ha padecido, uno de los más voluminosos e interesantes de la minería asturiana. Se conservan documentos de gran interés cultural e historiográfico en casi todas las ubicaciones localizadas e incluso hemos podido constatar la existencia de documentación anterior a su constitución como tal Sociedad Anónima, cuando las distintas concesiones de Inocencio Fernández funcionaban como explotaciones independientes. Los materiales más antiguos y casi todos los referidos a temas patrimoniales y jurídicos se conservan bien en el archivo del Departamento de Patrimonio de Hunosa, Sección del Caudal, en Ujo, bien en el RIDEA (1869-1970). En Ujo hay escrituras y planos de fincas y concesiones, permisos de investigación, expropiaciones y daños mineros desde 1873 hasta mediados de los años 60. En el Pozo San Luis y en el Fondón se conservan materiales societarios, Consejos de Administración, Presidencia y Dirección General, desde principios de los años sesenta hasta la integración en Hunosa junto con algunos materiales de la denominado "Área Social" -gestión de personal fundamentalmente- aunque el predominio del material es de los años 80 y 90. La documentación económico-financiera constituye el grueso de los materiales recogidos por el Archivo Histórico de Hunosa en las dos ubicaciones anteriores y en el local del antiguo Economato de la empresa. El pozo en activo guarda materiales de cierto interés, sobre todo para el área técnica, conservan bastante bien la cartografía de las explotaciones, tanto la antigua como la moderna, y es la única parte del fondo donde hemos visto material inventariado. Hay planes de labores, proyectos aprobados por la Dirección de Minas

En la intervención programada por la Consejería de Cultura en 2001 se efectuó una propuesta de eliminación para materiales extradocumentales, copias y determinadas series contables.

El fondo carece de organización, tanto en el Pozo San Luis como en las instalaciones del Pozo Fondón. Los materiales técnicos y de gestión de personal que permanecen en el Pozo San Vicente están bien organizados, con criterios de archivo de oficina.

Restringido

Buen estado general de conservación, aunque la documentación que se encuentra en dependencias del antiguo economato nuestra síntomas de degradación.

Inventarios manuales para la cartografía del Pozo San Vicente.

Fondo Figaredo, depositado en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA)

Descripción a nivel de fondo: Ángel Argüelles Crespo / Vicente Siegrist Trelles

CONSEJO INTERNACIONAL DE ARCHIVOS. Norma Internacional General de Descripción Archivística: adoptada por el Comité de Normas de Descripción, Estocolmo, Suecia 19-22 septiembre 1999, 2ª ed. [ISAD (G)2]

6 / 2001